Cajas de recuerdos: una guía (casi) minimalista

Siempre le he dado mucho valor sentimental a los objetos. Y además me encanta rememorar viejos tiempos. ¡Combinación explosiva! El resultado es que lo guardo TODO porque quiero conservar todos los recuerdos. ¿A ti también te pasa? A lo mejor te resulta mucho más fácil seleccionar que a mí (sinceramente espero que así sea, jaja). El caso es que después de los años me he encontrado con unas cuantas cajas de recuerdos enormes y no me ha quedado más remedio que hacer criba. Por un lado, porque no tengo tanto espacio, y por otro porque sentía que necesitaba liberarme de un montón de cosas que me pesaban más que me aportaban.

Si quieres saber cómo conseguí seleccionar lo que quería guardar, cómo lo he organizado y mi plan para manejar los recuerdos de aquí en adelante, sigue leyendo.

¿Harta del desorden en casa?

¡Eso se acabó! Descarga aquí mi mini-guía GRATUITA con 5 consejos superprácticos que puedes empezar a usar HOY MISMO (sólo por tiempo limitado).

flechas apuntando abajo

Cómo empezó todo

Si me sigues en Instagram, sabrás que me he propuesto un objetivo para la cuarentena: despejar una habitación que teníamos de trastero prácticamente impracticable. Tenemos un pequeño trastero en el edificio, pero es, como ya digo, MUY pequeño. Además esa habitación en realidad no la necesitábamos por el momento, y resultaba muy conveniente ir metiendo ahí cosas que no tenían un sitio… Incluidas algunas cajas que teníamos todavía sin abrir desde la mudanza (¡que fue hace ya tres años!) o incluso mucho antes. Contenían muchos papeles, algunas cosas que no habíamos necesitado en todo este tiempo, y sobre todo recuerdos que yo tenía almacenados. En esta foto ya habíamos despejado una caja, pero para que te hagas una idea:

cajas de recuerdos

Como te decía al principio, ya no es sólo que no tuviéramos tanto sitio para guardarlo todo… Es que llega un punto en el que las cosas que guardas empiezan a ser una carga más que un disfrute. Darme cuenta de esto ha sido un proceso bastante largo para mí. Una ayuda importante ha sido tener que hacer 2 mudanzas bastante seguidas a espacios cada vez más reducidos, jajaja. Está claro que las mudanzas son un catalizador para el minimalismo: ¡cuando tienes que empaquetar, trasladar y recolocar todo lo que tienes, te va pesando lo que guardas para nada! Y más si físicamente no hay sitio para meterlo.

Recursos que me han ayudado

A raíz de las mudanzas me picó el gusanillo del minimalismo y, aunque no me puedo considerar minimalista EN ABSOLUTO, estoy disfrutando de simplificar y soltar lastre. Algunos recursos que me han ayudado son estos (spoiler alert: no hay ningún libro):

Netflix - A ordenar con Marie Kondo
Imagen de Netflix

Me gustó mucho ver esta serie porque, al contrario de lo que pensaba, no se trata de tirarlo todo sin piedad, sino de quedarte sólo con lo que de verdad quieres (independientemente de que sea mucho o poco). Para mí lo más importante es que me dio un método de selección: si te hace feliz, te lo quedas; si no, gracias y adiós. Esto lo puedo aplicar hoy y hacer una selección. Y si dentro de un mes, o un año, cojo esa misma selección, puedo volver a aplicarlo. A lo mejor se queda igual o a lo mejor salen más cosas de las que despedirse. Eso me da mucha paz porque puede ser que yo ahora no esté en condiciones de separarme de algo, pero lo puedo hacer más adelante cuando sí lo esté.

Netflix - Minimalismo
Imagen de Netflix

El minimalismo es mucho más extremo porque se trata de quedarse con lo justo y necesario. Creo que el minimalismo puro no es para mí, pero sí hablan de muchos valores que comparto y que me gustaría expresar en mi vida: la importancia de las personas sobre las cosas, pasar más tiempo viviendo que acumulando, buscar la felicidad fuera del consumismo…

Netflix - Minicasas de ensueño
Imagen de Netflix

Siguiendo un poco con el tema de quedarse con lo justo, está esta serie que me ENCANTA. Hablan mucho de cómo hacer criba y ponen el foco en lo que es importante para cada persona, que no es universal ni mucho menos. Y además crean unas casitas PRECIOSAS y los presentadores son muy divertidos.

Young House Love Has a Podcast
Imagen de Young House Love

Por último, pero en realidad en paralelo (e incluso animando) a todo lo anterior, el podcast de Young House Love. Llevan años hablando de minimizar y simplificar, y han tocado el tema en muchos episodios. Por mencionar sólo algunos:

El proceso

Te cuento cómo lo he hecho yo, porque me ha resultado muy útil este método. Lo malo: que es un proceso largo. Lo bueno: me resultó mucho más sencillo despedirme de lo que necesitaba soltar. Al final del todo te he dejado un truquito y algunos consejos para tener en cuenta.

cajas de recuerdos - una guía (casi) minimalista

1. Ponerse un objetivo

Yo tenía varias cajas enormes y necesitaba reducirlo a algo más manejable, que pudiera guardar en casa y sacarlo con facilidad para ir añadiendo o revisando sobre la marcha. Además, quería dedicar a cada una de mis hijas una caja, con recuerdos específicos de ella. Esto de marcarse unos objetivos al inicio es muy importante. Te ayudan en el proceso y al terminar estás contenta con el resultado. Pongamos por ejemplo el caso de Jen, del blog IHeart Organizing: quería dedicar una caja de unas medidas muy concretas a cada miembro de la familia. Tener un espacio limitado muy concreto le hizo seleccionar lo que verdaderamente quería que estuviera ahí.

2. Primera vuelta: selección inicial

Una vez decidido esto, era hora de ponerse manos a la obra. No te voy a mentir, fue bastante pesado y en ocasiones me resultó difícil. Hay que ir caja por caja, sacando cada cosa y valorando qué hacer con ella, una a una. Para esto, me preparé una zona amplia para poder tener a mano:

  • la caja que estaba revisando
  • una bolsa para reciclar papel
  • una bolsa para tirar todo lo que no fuera papel
  • una caja donde iba dejando todo lo que iba a guardar, o estaba en duda

Al final acabé necesitando también una carpeta donde dejar todos los papeles que había que triturar antes de reciclar, y una bolsa para meter todas las bolsas de plástico que fueron saliendo.

Cuando terminé de repasar todas las cajas, tenía una caja enorme a rebosar de lo que –potencialmente– había que guardar.

Ojo con lo de «potencialmente», porque es importante. En esta primera vuelta tienes que repasar TODO lo que tienes y valorar una a una cada cosa. Y recordemos que son tus recuerdos, emocionalmente es agotador. Es posible que, en un momento dado, te cueste separarte de algo pero pienses que en realidad deberías hacerlo. ¡No hace falta que tomes la decisión en ese momento! Lo dejas en duda en la caja de guardar. Te das un tiempo mientras que sigues con el resto, y en la segunda vuelta te lo volverás a encontrar.

3. Segunda vuelta: repartir

En este momento definí qué caja iba a usar para guardar cada cosa y empecé a sacar de la caja grande. Iba dejando en su caja de destino cada cosa que sacaba, sin tener en cuenta cómo iba quedando. Aquí la cuestión es clasificar.

guardando recuerdos en cajas

En mi caso, decidí organizarlo así:

  • una caja separada para cada hija: aquí van recuerdos de todo tipo, como prendas especiales, dibujos, notas que han escrito, manualidades, recordatorios de eventos importantes, comentarios de profesores, etc.
  • una caja con prendas especiales para mí, que tenía repartidas por diversos sitios: un vestido de madrina de mi abuela, ropa que me hice cuando aprendí a coser, un maillot de gimnasia rítmica, el vestuario de una exhibición de baile, la camiseta de la despedida de soltera de mi mejor amiga…
  • otras dos cajas con recuerdos de nosotros dos: siendo como somos, Raúl no tiene guardado casi ningún recuerdo y yo muchísimos, así que una caja entera sólo tiene cosas mías y la otra es compartida.

Las fotos no van en estas cajas, pero lo demás sí. Todo lo que no eran recuerdos también lo iba colocando en su lugar. He de decir que mi hija mayor tiene otra caja en su habitación que va llenando por su cuenta con las cosas que para ella son importantes.

Ojo: la forma en la que he decidido clasificar los recuerdos no es la única ni la mejor. Cada cual tiene que encontrar la que le cuadra con sus objetivos y gustos.

En esta segunda vuelta, como vuelves a sacar cada cosa de la caja grande, vuelves a tener la oportunidad de decidir si esas cosas que dejaste en duda las quieres conservar o no. ¡Aprovéchala!

4. Tercera vuelta: colocar

La última vuelta consiste en volver caja por caja, sacarlo todo, y meterlo colocadito. Yo lo he intentado ordenar por orden cronológico. Y digo intentar, porque no tengo la fecha apuntada en nada. Me he hecho una nota mental de apuntar la fecha por detrás de los dibujos y demás manifestaciones artísticas de las niñas. En cualquier caso, lo de guardar los recuerdos en orden cronológico es una preferencia mía, que no tiene por qué coincidir con lo que quieras hacer tú 😉

Esta es la tercera y última oportunidad que tienes para decidir qué hacer con lo que tienes en duda. Es posible que no te quepa todo. Valora qué quieres hacer: quitar alguna cosa, o buscar una caja más grande. Ten en cuenta los objetivos que te marcaste al principio.

5. Guardar las cajas

Uno de mis objetivos era guardar las cajas en un lugar medianamente accesible. La idea es que podamos ver los recuerdos cuando queramos y seguir añadiendo contenido fácilmente según lo vamos necesitando.

cajas de recuerdos guardadas en el armario

He hecho un hueco en el altillo de un armario donde tenemos guardados abrigos, mantas y material deportivo. A nosotros nos funciona bien así, o eso espero, porque lo cierto es que llevamos tan poco tiempo con este sistema, que no hemos podido probarlo a largo plazo!

Para tener en cuenta

Creo que vale la pena mencionar un par de cosillas que te pueden ayudar a afrontar esta tarea de la forma más relajada posible.

  • En primer lugar, es importante que te fijes TUS objetivos, lo que quieres conseguir para TI. Los objetivos de otro no tienen por qué funcionarle a todo el mundo.
  • En cuanto a qué cosas guardar y cuáles no, tampoco hay una solución única. Lo que es importante para mí, no tiene por qué serlo para ti, ni para el vecino. No sé si has visto Mortified Nation, pero el creador del formato guarda diarios: los suyos, el de su madre y el de no sé cuántas personas más. Yo he tirado algunos de los míos, pero en cambio he guardado algo de ropa que para mí es especial. Lo que quiero decir es que lo que tiene valor para ti no tiene por qué coincidir con lo de los demás.
  • La forma en que almacenas tus cosas también la decides tú. Se puede guardar todo junto, o puedes dejar en un sitio aparte fotos, vídeos, colecciones… Incluso puedes decidir dejar a la vista (en un marco o en una balda, por ejemplo) ese algo tan especial.
  • Y sobre todo, ten en cuenta que es un proceso lleno de emociones. En Instagram te hablaba de esto hace unos días. Prepárate para revivir acontecimientos de tu vida y no seas muy dura contigo misma. La caja grande donde caben las cosas que tienes en duda es tu amiga.
View this post on Instagram

Estoy ya con la última caja que tenía sin revisar. Estas dos últimas son las peores para mí porque lo que tenía aquí guardado son recuerdos de mi infancia y adolescencia. Siempre le he dado mucho valor emocional a los objetos y me cuesta deshacerme de las cosas por esa razón. . La cosa es que estas cajas llevaban cerradas a lo mejor 15 años… Ya ni me acordaba de lo que había guardado en ellas. El otro día estuve un poco de bajón porque salieron recuerdos de antiguas amistades y amores adolescentes y me dio la melancolía. Pero también he encontrado cosas que me han hecho sonreír, como dibujitos que me hacía mi hermana cuando era chiquitina o mis muñecas recortables. . Creo que guardar dos cajas de este tamaño para recordar los primeros 20 años de mi vida es excesivo. Lo primero, porque de la mayoría de cosas me acuerdo sin haber estado viendo estos objetos, así que realmente no me hacían falta. Lo segundo, porque hay cosas que ya no sé por qué las guardé. Por ejemplo, entradas de cine… ya no sé con quién fui a ver esto ni qué pasó ese día de especial… . Además, no quiero ocupar tanto espacio físico, porque espero vivir otros 40 años más y se me va de las manos. Voy a ponerme un límite de espacio y sólo voy a guardar lo que quepa ahí. . Lo primero que he tirado es todo lo que ya no me dice nada. Y lo segundo que va fuera es lo que me da tristeza, porque paso de volver a pasar un día de bajón la próxima vez que vuelva a abrir esto. La Estrella romántica del pasado lo guardó porque valoraba la melancolía como sentimiento, pero la Estrella pragmática de hoy sólo quiere sonrisas para la Estrella del futuro. . #ordenando #mequedoencasa #cuarentenachallenge #recuerdos #minimalismo

A post shared by Estrella (@decordenando) on

Por último, un truquillo final

A veces, con hacer una foto o sacar un vídeo de algo, tienes suficiente y no necesitas guardar físicamente los objetos. Aquí te dejo una página donde hablan de apps para móvil para fotografiar y guardar de forma organizada los dibujos de los niños (y quien dice dibujos de los niños, dice cualquier cosa que se pueda fotografiar):

👉 Cinco Apps para conservar los dibujos de tus peques como recuerdo

Y tú, ¿tienes algún truco más para enfrentarte a la dura tarea de cribar y organizar recuerdos? Déjamelo en comentarios, ¡me encantaría saberlo!

Si te ha gustado el artículo, ¡no te olvides de guardarlo en tu Pinterest!

cajas de recuerdos - una guía (casi) minimalista
Si te ha gustado, ¡compártelo!

¿Quieres acabar con el desorden en casa?