Tenemos dos opciones. La opción A es tardar 10 minutos y un montón de pasos en preparar un sándwich porque tienes los ingredientes en tres sitios distintos, el plato en otro, los cubiertos en otro y el envoltorio en otro. La opción B es poder hacerlo sin apenas moverte del sitio y dedicar el tiempo que te sobra a lo que quieras. ¿Cuál prefieres? Bueno, pues recordemos que en la cocina no sólo nos hacemos un sándwich de vez en cuando, sino que solemos cocinar (y limpiar) varias comidas al día. ¡Por eso es tan interesante organizar la cocina de forma inteligente! Para que podamos ser supereficientes en ella, y así recuperar ese tiempo y energía que perdemos dando vueltas (¡y dedicarlos a lo que queramos!). Si a ti también te interesa, te invito a leer las cinco lecciones que he aprendido de Stephanie Sikora, organizadora profesional.
Además, te he preparado un regalo al final del post 😉
Stephanie Sikora es la autora de Life Made Simple. Después de dedicarse a optimizar procesos y espacios en hospitales, ahora se dedica a ayudar a la gente a simplificar y organizar mejor sus casas para disfrutar más de la vida. Además de diferentes servicios, cursos y kits, tiene a la venta un libro llamado Simplified (lo puedes conseguir en Amazon a través del enlace).

Yo la he conocido gracias a la entrevista que le hicieron en Young House Love Has a Podcast. Hablan de muchas cosas en muy poco tiempo, y todas son gemas, te lo digo yo. De esa entrevista, hoy te cuento las 5 lecciones que he aprendido para organizar la cocina de forma inteligente.
¡Además, al final del post te he dejado un regalito!

¿Harta del desorden en casa?
¡Eso se acabó! Descarga aquí mi mini-guía GRATUITA con 5 consejos superprácticos que puedes empezar a usar HOY MISMO (sólo por tiempo limitado).

5 consejos para organizar la cocina de forma inteligente
1. Desorden = estrés
Ver un desorden provoca en el cerebro la misma sensación de estrés que cuando ves un peligro. Incluso las personas que aseguran que trabajan mejor en el desorden, tienen un cierto orden en el caos. Necesitamos el orden para relajarnos. No sé tú, pero yo doy fe de las dos cosas. Por ejemplo, tengo tendencia a hacer montoncillos de cosas por todas partes, pero sé exactamente en qué montoncillo está eso que necesito. ¡Y lo bien que te quedas cuando te pones un día y despejas el montoncillo! Creo que por eso me gusta tanto ir a Ikea, lo tienen todo siempre tan bien ordenadito en sus casas-escaparate xD
2. Se tiene que adaptar a nosotras
La cocina es como una sala de operaciones. Pasamos mucho tiempo ahí preparando comidas, limpiando, y hasta comiendo. Si para cada cosa que hacemos, tenemos que dar mil vueltas, nos vamos a cansar mucho. Tenemos una cantidad limitada de tiempo (¡y de energía!) al día, no los malgastemos dando vueltas innecesarias. La cocina tiene que ser eficiente y trabajar para nosotros. Y eso significa que la tenemos que adaptar a cómo somos las personas que estamos en ella y las cosas que hacemos ahí.
Por ejemplo, para nosotros tenemos el frutero junto al fregadero porque siempre que cogemos un tomate lo lavamos. Así que en nuestra cocina tiene todo el sentido del mundo, mientras que para otras personas puede que no sea así.

3. Funcional antes que bonito
Cuando ordenamos un espacio, por ejemplo la alacena, no se trata sólo de ponerlo bonito, tiene que ser sobre todo funcional. Los cestos todos iguales, los tarros de cristal con la harina y el arroz, cada cosa con su etiqueta… Eso está muy bien pero sólo si está al servicio de la función principal. Si no es así, con el tiempo acaba más desordenado que al principio.
Volvemos a lo de antes: los sistemas se tienen que adaptar a cómo somos las personas que los usamos. Sé que hay gente a la que verter la pasta, el arroz, las especias y demás en tarros iguales de cristal le motiva a mantener las cosas en su sitio. En mi casa, se quedaría el tarro vacío y el bote de orégano de la tienda al lado.

4. Jugar con la accesibilidad a tu favor
Hay que poner lo que usamos poco en los lugares menos accesibles. Por ejemplo, más al fondo o en las baldas más altas. Así, lo que usas con más frecuencia lo tienes más a mano, no te cuesta sacarlo ni (muy importante) volver a colocarlo en su lugar. Y si algo que está arriba no lo has tenido que bajar en 6 meses o un año, es una indicación clara de que no lo necesitas. En ese caso, mejor darle una nueva vida en casa de alguien que lo use, que tener que estar quitándole el polvo y transportándolo en las mudanzas. (Las mudanzas me han enseñado el valor del minimalismo!!).
En casa usamos poco los vasos y platos de plástico. La verdad, ya no los sacamos ni en las fiestas, sólo en alguna circunstancia rara. Por eso los tenemos en una balda alta que no alcanzamos sin subirnos a un escalón. En donde sí llegamos fácilmente hemos puesto lo que usamos a diario, como el cacao, el té y el café.

5. Poner juntas las cosas que usas a la vez
Todo esto se trata de hacernos la vida más fácil. De dedicar nuestro tiempo y energía a lo que queramos. ¿Te acuerdas del ejemplo que te puse al principio del post? Si dejamos juntas las cosas que utilizamos a la vez, evitamos estar dando vueltas por la cocina. Que vale que las cocinas no son precisamente del tamaño de un campo de fútbol, pero al final ese ir y venir continuo se nota.
En la foto anterior también se puede ver cómo hemos aplicado esto. Puedo prepararme fácilmente un té sin moverme de ese rincón: tengo a mano el agua, las infusiones, los endulzantes y el microondas (sé que lo suyo es una tetera pero me niego a meter un cacharro más en la cocina). Antes tenía también a mano las tazas (a las que se ven en la foto no alcanzo), porque estaban detrás de la puerta de vidrio, pero las acabé cambiando de sitio. Cada taza es de su manera y, como te contaba el otro día, no quedan bien en almacenamiento a la vista.
Un regalo para ti
Volver a escuchar esta entrevista a Stephanie Sikora me ha hecho volver a replantearme cómo tengo organizada mi cocina. Ya se me han ocurrido un par de cambios que quiero hacer para colocar juntas las cosas que usamos a la vez, y así hacernos la vida más fácil. ¿Tú también estás haciendo repaso mental de las áreas donde puedes mejorar la organización de tu cocina?
Mi misión es ayudarte y, por eso, te he preparado una chuleta que puedes consultar en el móvil con indicaciones sobre dónde colocar cada cosa. Pincha en la imagen para conseguirla:
