Este es un antes y después de los que a mí me gustan: te gastas 0 euros y consigues que la habitación funcione mucho mejor para ti. O, en este caso, para mi hija mayor. Hace justo un año le hicimos un cambio radical y quedó una habitación juvenil preciosa, pero durante el invierno aparecieron problemas que no se nos habían ocurrido en agosto… ¿Tú también tienes una habitación que no acaba de funcionar todo lo bien que quisieras? Quédate a ver cómo hemos solucionado los problemas de esta, por si te sirve de inspiración con la tuya 😉
De pasillo horrible a habitación juvenil
Como te estaba contando, la habitación de mi hija mayor quedó así tras la mudanza:

El verano pasado decidimos que no podía seguir así de abandonada y le dimos un cambio radical:

La pintura le dio un vuelco total a la habitación. La elegimos entre las dos y es justo lo que ella necesitaba: un ambiente trotero y enérgico que la anime a soñar y a trabajar. Además cambiamos toda la disposición de la habitación para que no pareciera un pasillo hacia la ventana. Aprovechando que el ancho era suficiente, pusimos la cama de frente a la puerta y el escritorio junto al armario empotrado. Perdíamos un poco de acceso pero no nos importó porque ahí tenemos cosas de poco uso (su ropa está en otro armario). Era la habitación juvenil perfecta para mi hija.
Estábamos todos tan contentos con el cambio, hasta que llegó el invierno. Mi hija empezó a decir que pasaba frío por la noche. La temperatura en la casa estaba bien, pero al tener la cama tan cerca de una ventana tan grande, se notaba más fresco que en el resto de la habitación. Y con lo friolera que es, peor todavía.

El otro problema aparecía a la hora de hacer los deberes. En verano se estaba muy bien en el rincón alejado de la ventana porque estaba más fresco. Pero cuando la luz natural empezó a ser más tenue (o directamente se hacía de noche pronto), ahí no se veía nada. La luz de la habitación no es muy potente porque, a fin de cuentas, es un dormitorio. Además le quedaba a la espalda, por lo que se daba sombra.
Buscando soluciones
Por suerte, el tema de la luz no era difícil de solucionar: con un foco sobre el escritorio se veía mucho mejor. Teníamos un par guardados de los pisos anteriores porque siempre vienen bien, y no tuvimos ni que salir a comprar uno. El problema seguía siendo el frío durante la noche…
Un diván para dormir o pasar el rato
No nos quedó más remedio que volver a poner la cama pegada a la pared para poder alejarla un poco de la ventana. En esta ocasión, decidimos darle más aspecto de diván, así que cambiamos de nuevo el cabecero por otra pieza igual que los pies. Podemos hacer esto porque esta cama tiene una gemela idéntica, con la que forma una litera si las apilas. Es un modelo de Ikea que ya no venden y es una pena, porque es la única litera que he encontrado en la que pueden estar cómodas dos personas adultas.

Para una habitación juvenil es la solución perfecta, porque si vienen amigas a casa pueden sentarse ahí a modo de sofá. Y como le gusta mucho leer, tiene ahí el rinconcito de lectura perfecto: la librería justo al lado y un foco (el que habíamos puesto en el escritorio) para tener luz adecuada.

La librería le sirve a la vez de mesilla de noche, porque puede dejar junto al cabecero el despertador y una botellita de agua. También guarda ahí los libros del insti y todo el material (en una caja, para que no agobie a la vista), porque justo al lado tiene el escritorio.
Un escritorio frente a la ventana
El escritorio es imprescindible en una habitación juvenil porque así puede estudiar sin que la molestemos el tiempo que necesite. Ahora lo hemos puesto justo de frente a la ventana, y la cantidad de luz natural que ha ganado es BRUTAL.

Vale, reconozco que el escritorio sí lo hemos comprado nuevo. Antes tenía este modelo MICKE de Ikea, al que se le puede quitar la parte superior y dejar sólo lo que es el escritorio en sí. La idea era hacer justo eso, pero pensé que quedaría mejor cambiar la puerta y el cajón al lado contrario (que se puede hacer). Nos pusimos a ello, pero en el proceso nos cargamos algunos tornillos y ya no podíamos seguir montándolo ni volver a dejarlo como estaba… EPIC FAIL. A la tienda a comprar otro. 🤦♀️
Mirando las cosas con perspectiva, en el fondo fue una suerte. En este escritorio caben dos personas (algo apretadas, hay que reconocerlo). Gracias a eso, mi marido pudo trabajar ahí durante el confinamiento mientras que ella hacía también sus tareas. Cómo lo consiguieron sin pelearse todos los días, es un verdadero milagro.

El mini tocador lo hemos dejado tal cual. Le da uso a un espacio que de otro modo quedaría desaprovechado, ya que está ahí el radiador. A ella le encanta tener esa zona para ponerse (aun más) bella. Y ahora, la silla del escritorio le vale también para el tocador.
Mejorando el orden
Junto al tocador pusimos la estantería de cubículos que tenía (una KALLAX), pero el fin de semana pasado la cambiamos por una cajonera. Esta no la hemos comprado: la teníamos en una habitación que ahora mismo sólo sirve para guardar trastos, pero que poco a poco estoy vaciando (covid mediante).

Ya no pongo la mano en el fuego por nada, veremos qué tal le funciona… Pero creo que le va a venir mucho mejor que los cestos grandes. Para niños más pequeños los cestos están bien, pero en la habitación de una adolescente ya tenían poco sentido. En los cajones puede guardar de forma ordenada cosas pequeñas, como su maquillaje o los legos, en vez de que caigan en un pozo sin fondo difícil de ordenar. También hemos puesto ahí algo de ropa, aunque la mayoría está en su armario.

De nuevo, hemos trabajado las dos juntas en todos estos cambios. Hay que reconocer que tiene mucho mérito porque no le apetecía nada tener que cribar y recolocar todas sus cosas (varias veces) y sin embargo lo ha hecho con muy buen talante.
Y así es como, simplemente recolocando muebles que ya había en casa, hemos solucionado dos problemas: el frío para dormir y la escasez de luz durante el invierno. Además, no hemos perdido tampoco ninguno de los objetivos que teníamos el verano pasado: mejorar la disposición (sigue sin ser un pasillo hacia la ventana), hacer que el orden sea sostenible, animar la habitación con color y darle un aspecto menos infantil.


Y tú, ¿tienes alguna habitación que no te funciona bien al 100%? ¿Has pensado ya en qué necesitas hacer para conseguirlo? Ya ves, a veces, sólo con mover los muebles se puede conseguir!

Y a propósito del orden y de recolocar cosas: ¿tienes ya mi guía gratuita? 5 trucos para que tu casa esté ordenada (o que al menos lo parezca). Pídela ya porque sólo va a estar disponible por un tiempo limitado.
