Parece que las puertas no se pueden ensuciar porque son verticales, pero tú y yo sabemos que sí que acumulan mucho polvo: en el canto de arriba, en las molduras de los paneles e incluso en el marco de la puerta. Y dependiendo de lo pringosas que tengan las manos los habitantes de la casa, pueden aparecer ciertos churretes en el mango y alrededores. Pues bien, además de las puertas, vamos a ocuparnos de los grandes olvidados de la casa. Siempre están ahí, haciendo su función, sin llamar la atención de nadie… Y como pasan inadvertidos (y en una posición poco accesible, la verdad), no solemos limpiarlos. ¿Te atreves a pasar el dedo por encima de un rodapié cualquiera? ¿Alguna vez te habías imaginado que te encontrarías ahí tanto polvo? Sea como sea, eso se acabó, porque hoy vamos a resetear el contador de ácaros en nuestra casa al limpiar puertas, rodapiés y enchufes.